Estamos hartos de que la gente sólo cuente lo mal que le ha ido con tal o cual empresa, especialmente sensibles a las aerolíneas desde que es barato volar (recordad que hace no tanto tiempo volar era de ricos…). Todo el mundo vitorea a las aerolíneas low cost porque han democratizado viajar a cualquier parte del mundo, y no nos acordamos de lo que nos hacen sufrir (retrasos, equipaje, inflexibilidad, que nos vendan de todo en el avión, estrecheces…) hasta que lo sufres a tal punto que no puedes tolerar el abuso. Y te quejas, especialmente en las redes, en internet, donde normalmente sólo gastamos el esfuerzo cuando es para criticar (negativamente, se entiende).
Sin embargo, yo estoy agradecido a Iberia. Este fin de semana estuve en Menorca con Iberia (bueno, operado por Air Nostrum) y la experiencia no ha podido ser más satisfactoria. Hasta ahora sólo he volado con ellos a la isla, y además de la estupenda atención que dispensa la tripulación, he tenido un incidente que le puede pasar a cualquiera y la respuesta ha estado a la altura de una aerolínea de la mejor calidad, como lo que es.
Volvíamos el domingo dos adultos y una niña de 5 años a Madrid, con tiempo de sobra. No pude realizar el check-in online el día anterior como acostumbro porque la app no funcionaba, así que lo iba a realizar en el aeropuerto, «a la antigua». Miré varias veces el papel de la reserva: 19.35h. Llegamos a facturación a las 17.50h. Sacaron las tarjetas de embarque pero hubo problemas con la maleta… al final y viendo el problema venir, volví a mirar el papel de la reserva: me había equivocado, a las 19.35 h llegaba a Madrid, salíamos a las 18.00h!! se me vino el mundo encima, le pregunté a la persona que me estaba atendiendo y me dijo que claro, que el vuelo estaba cerrado, que lo había reabierto él para sacar las tarjetas pero que no ibamos a llegar. Dos llamadas al coordinador para explicar que estábamos ahí, y yo que le decía que me mandaran después la maleta pero que nos dejaran embarcar a nosotros, que íbamos con un niño pequeño.
Lo que en otra compañía hubiera sido (con toda la razón del mundo, por qué no decirlo) perder el vuelo y los billetes y ofrecerme comprar otros tres billetes para el siguiente vuelo de las 21.00h, al precio que quisieran, se convirtió muy amablemente en un cambio al siguiente vuelo, que casualmente había, sin ningún recargo. Así, sin más.
Me equivoqué, lo miré varias veces y siempre ví lo que quise ver, que despegabamos a las 19.30 cuando claramente indicaba al lado las 18.00. A veces uno ve lo que quiere ver, o no ve lo que es obvio y está delante de sus narices. Seguro que hay una explicación psicológica o incluso física para que uno no vea lo evidente a veces. Somos humanos, nos equivocamos. E Iberia, en lugar de aprovechar el despiste, entendió el error y me ayudó. Nos ayudó. Sé que otra compañía, especialmente las de low cost, no lo hubieran hecho. Así que desde aquí, gracias.