Ya lo puedo decir: soy inocente. Así me ha declarado la Audiencia Provincial de Barcelona de todos los cargos de los que me acusaba Risc Group (ahora llamados STS Group), con condena en costas para los demandantes, sentencia en firme puesto que no han recurrido.
Para los que no lo sepan, esta multinacional francesa dedicada a la seguridad online entre otras cosas me demandó allá por el año 2010 por haber publicado un artículo en este blog personal en el que me quejaba de la manera de venta agresiva que utilizaban. La cuantía de la demanda era de más de un millón de euros por los daños y perjuicios que le suponía este artículo en mi blog (sí, sí, en este blog… no en wikipedia, o en El Mundo, o cualquier otro medio de gran audiencia… no, en mi blog personal). Y curiosamente no utilizaron el artículo en sí para demandarme, sino que 3 o 4 comentaristas les llamaron «estafadores» y yo permití esa publicación para poderles dar la réplica diciendo que no habían sido estafados sino que habían firmado un contrato legal, y que la próxima vez fueran con más cuidado en lo que firmaban. La jueza me consideró un «colaborador necesario» para que otros realizaran esos «insultos». Me condenaron por defenderles… encima.
Curiosamente el primer juicio lo perdí contra todo pronóstico, porque pese a que no les aceptaron la demanda millonaria (menos mal), sí que me declararon culpable de un delito de intromisión al honor y me condenaron a pagar 20.000€ y las costas (imaginad las costas de una demanda así con bufetes ingleses y franceses de por medio… además de los procuradores), una condena a mi juicio la más dura en este tipo de demandas, de una cuantía más grande que las famosas de puta SGAE de Julio Alonso (que ganó en el Supremo, por cierto), el caso de Ramoncín o el de insultos a la Corona, por citar algunos ejemplos. Todas esas condenas eran por menos de la mitad de lo que me condenaron a mí. Y todo por permitir que 3 comentaristas les llamaran «estafadores» y luego yo mismo les defendiera. No daba crédito. Una demanda así, por esa cuantía, es casi más peligrosa que lo que pedían originalmente porque es algo que un trabajador como yo puede, con mucho esfuerzo y durante muchos años, pagar.
Un Goliat contra David en toda regla, que en primera instancia perdió David, el débil. Pérdidas de sueño familiares, incomprensión de la situación y de cómo uno, pese a hacer algo bien, puede «pringar». Yo escribí el artículo para ayudar a que no picara más gente, o al menos que tuvieran más información al respecto antes de firmar nada, y fui condenado por ser, en esencia, buena gente. Y cuando es la propia Justicia (esa que debería estar de tu lado) la que te pega, es aún más doloroso. Este tiempo desde la declaración de culpabilidad han sido duros, y sobre todo, con un punto de tensión continuo que no le conviene a nadie.
Dos años después, la Audiencia Provincial ha puesto justicia en este asunto. Y ya está, puedo dormir tranquilo. Goliat ha perdido, aunque les daba igual: era una demanda más de las que una empresa como esa puede tener encima de la mesa. Y yo?, me contento con no tener que pagar, con haber ganado… Qué pena no poder pedirles una indemnización por los 4 años de tensión y sufrimiento. Probablemente no pagarán los gastos, se buscarán una excusa… ya lo contaré.
De momento se ha hecho justicia. Y lo puedo decir bien alto porque yo no hice nada malo, más bien todo lo contrario.
Gracias a Enrique Oltra, mi abogado, que ha estado ahí durante todo este tiempo. Hemos ganado.
7 comentarios
menos mal David, me alegro mucho de que hayas ganado, de verdad. Suerte a partir de ahora que empieza una nueva vida sin presiones
Enhorabuena David!, ya era hora de que se resolviera esta historia…
Muchas gracias Alfonso… tú sabes bien lo que he sufrido. Al final, la Justicia parece que responde. Un abrazo.
Enhorabuena David, me alegro mucho. ¡Se ha hecho justicia! Eso que debería ser la normalidad pero que hoy en día hay que poner con exclamaciones. Una preocupación menos.
Muchas gracias Julio. Tú sabes bien cómo te pueden hacer pasar muchos años de malos ratos aún teniendo la razón. Tenemos ambos suerte de que al final la cosa ha salido bien… si al menos no nos cuesta dinero ya es un éxito (porque reclamar a los demandantes algo está descartado). Un abrazo!