Después de mi experiencia actual con concesionarios de coches, me he dado cuenta de que si el mercado de la venta de vehículos en España está en horas bajas, aparte de la crisis y demás se debe también a la baja preparación de las personas que trabajan en los concesionarios, que son el último eslabón en la cadena de venta. El resultado ha sido agridulce, con muy buenas y con muy malas experiencias, tales que me han hecho quitarme de la cabeza incluso algún modelo debido a ellas.
Concretamente dos han sido las peores. La primera con el concesionario de Honda Sucar Motor de Las Rozas. Un vendedor de cincuenta y muchos que primero no me explica bien el modelo en cuestión; me trata de tú desde el principio cuando yo siempre le he tratado de usted, y en la misma frase me combina magistralmente entre el «tú» y el «usted» sin criterio; le pido que quiero probar el coche y me dice que cuando ya avancemos la documentación de la compra, que ya vemos cómo puedo probarlo (para eso ya «pruebo» el mío, no?), y le digo que precisamente el probarlo es para decidirme en la compra. Es entonces cuando me dice que vamos a probar uno que tienen, que es el del jefe de ventas, que es para pruebas (y ya empiezo a alucinar). Cuando ya me he decidido me reserva un vehículo que tiene en stock, uno que tenía apalabrado para un cliente pero que lleva algún mes de retraso y que tras llamarle me confirma que ya no lo quería. Esto es un jueves, y el lunes le llamo para avanzar la documentación y… sorpresa! que lo han vendido! y la reserva? vamos, diría que ha sido la mejor gestión de una venta. Ha vendido un coche tipo (pájaro en mano) y ha conseguido que yo no recomiende a ese concesionario a ninguno de mis conocidos.
La segunda mala experiencia, con el concesionario Volvo Servauto de Las Rozas (al parecer, no voy a ser el único que piensa lo malos que son). El viernes fuimos a eso de las 18.30 horas para ver un XC60. Hay unos clientes que están siendo atendidos por un comercial, y otro comercial en una mesa. Le pregunto a éste por si me puede atender para vehículo nuevo y me dice que será uno de sus compañeros. Aparece otro comercial al rato que pese a vernos esperando no hace amago de atendernos después de hablar con el anterior, con lo que imagino que para VN será el que está atendiendo a los otros. Esperamos y mientras vienen otros clientes, que son atendidos por el otro comercial. VO, pienso… y sigo esperando al otro que está atendiendo desde el principio. Vienen otros clientes que esperan con nosotros. Cuando ya se van los que estaban atendidos desde el pricipio vamos a por el comercial y nos dice que esperemos, que el estaba esperando a estos últimos que acababan de entrar, y que ya nos atiende el otro comercial (el que yo pensaba que era VO…) que está con otros clientes que, recordemos, vinieron después de nosotros también. Con las mismas, cogemos y nos vamos, después de haber esperado unos 25 minutos.
Ambos concesionarios no tuvieron mucho ojo con nosotros, ya que estamos buscando un coche de entrega inmediata, con lo que la venta , si nos encaja, es muy rápida.
¿Este es el nivel de preparación de los concesionarios de coches en España? Si es así, estamos apañados. Teniendo en cuenta que es el último intermediario en la venta, con este tipo de comportamiento amateur, falto de preparación, insolente, mal-queda… bueno, pues la cosa no va bien.
Me he vuelto a dar cuenta de lo importante que es en un negocio, ya sea Adspot Media, una tienda de frutas, un concesionario… la atención al cliente y la buena preparación o especialización del interlocutor con el cliente final. De nada sirve que tengas las mejores frutas de la zona, que si los vendedores no distinguen una pera de una manzana, o son ariscos, o no generan un estado de bienestar y confianza con el cliente, esa tienda está condenada al fracaso.
5 comentarios
hola david,
conozco a sucar motor y te digo que es algo casual lo que te ha pasado
la atención es excelente y son unos profesionales como pocas veces he visto en el sector
imagino que te ha tocado el novato o el «tonto» del concesionario.
de verdad que no te cambie la imagen de un concesionario de los pocos q conozco q valen la pena
un saludo
alejandro sancho
Hola Alejandro,
La verdad es que la sensación ha sido pésima y además, ya no se puede arreglar. Quería un CR-V Innova de entrega inmediata, y gracias a la estupenda atención de este comercial (que en mi primera visita tenía dos a mi disposición) ahora no hay ninguno. Además, he hablado con Iñaki de coches.com y no parece que haya ninguno en algunos de los concesionarios honda con los que trabaja, así que aunque me encantara volver a intentarlo con ellos, si no hay coches, no hay venta.
Y todo gracias a mi «experimentado» comercial, que te aseguro que de novato no tenía un pelo, es más, diría que es de los históricos de allí, al menos por edad…
Gracias por tu comentario.
David
Como se puede calificar a un concesionario como malo por algo que es casual y no tiene un hitorico de relacion de trabajo con esa empresa, por regla general siempre descalificamos, sin tener conocimiento, de nada o casi nada de la gente que trabajan dentro,
Me quiere lguien decir que como un concesionrio con mas de 9000 reparaciones y un nivel de att. Al Clinte muy buena , se le puede calificar como pesimo? Los calificativos hay que meditarlos y pensar que por una experiencia negativa, no se puede calificar a toda la empresa que esta con ganas de hacerlo bie.
Y esta es Servauto
Un saludo.
Pues se puede calificar de una manera muy sencilla: en base a mi experiencia personal, vivida en primera persona. Para mi estos dos concesionarios tienen exactamente esta calificación. Nunca seré su cliente, en base a esta pésima experiencia. Si toda la empresa y su plantilla tuvieran esas ganas de hacerlo bien, según tu, no me hubiera encontrado con esta situación. Y especialmente con Servauto, en el que fueron varios los empleados implicados.
Casi 6 años después entro a exponer que me tuve que comer mis palabras. Hace un año y pico aproximadamente volví a intentar comprarme un coche, y el CRV volvió a ser una de mis elecciones preferidas. Y terminé, con un poco de «mieditis», en Sucar Motor. Dicen que «nunca digas nunca…» y es por algo. Compré el coche, en Sucar Motor, después de una atención excelente. Así que ahí queda eso.